Entrevista por César Zevallos y Erick Garay
Abril 2024
Buscamos con Juan Carlos, en la residencial San Felipe —donde nos citamos—, un espacio cómodo para realizar la entrevista. Entre esos primeros diálogos, llegamos a un patio amplio, una explanada casi vacía, donde el sol va estirando las sombras. Nos sugiere un ambiente de calma, una invitación a charlar. No hay gente, aunque su larga huella está ahí: esos edificios altos, símbolo pasado de una modernidad ahora ambigua —sus residentes estarán en estos momentos guarecidos con el demonio del mediodía—. Creemos que es un buen fondo para esta conversación. Nos recuerda, de algún modo, ese ambiente entre futurista y retro, sin duda fuertemente urbano, que se respira en algunas de las composiciones de cats[in]musique, emergente banda peruana de electro-rock y electro-metal, con elementos musicales (y visuales) que recuerdan a la estética cyberpunk.
Surgida en 2020 como un proyecto de Juan Carlos (JC), el vocalista y compositor principal, la triada de cats[in]musique la completan el bajista Juan Manuel Córdoba y el guitarrista Saúl Sangio. Elegimos su álbum monochrome : pilgrimage como nuestros discos favoritos del 2022, desde entonces surge el interés de esta entrevista: una exploración por las influencias musicales de su vocalista y su perspectiva personal del arte.
César: Cuando escuché tu música, me pareció un trabajo maduro dentro de los proyectos de música electrónica en la escena local. Tienen una canción medio techno, “sekai no owari” que seleccionamos para nuestra primera sesión de escucha “Extrañamientos”, ¿marca un cambio de rumbo en tu estilo musical?
Juan Carlos: El proyecto nace con la necesidad de explorar sonidos, fusionando la electrónica con la base del rock y el metal. Aunque, esto no fue intencional, es decir, enfocarme en el EDM, synthwave, industrial, fue surgiendo poco a poco, de forma natural. Cuando cats[in]musique surge (yo soy el compositor principal), lo hice por cuenta propia en 2020, con la idea de desprenderme de una serie de proyectos anteriores, desde 2015, formando parte de otras bandas.
C: ¿Qué bandas conformabas?
JC: Bandas que hacían covers de rock japonés, rock en inglés y algo de español. El último proyecto, previo a cats[in]musique, se llamaba RAVEN[s], duró 3 años. Ahí conocí al guitarrista (Saúl Sangio) y al bajista (Juan Manuel Córdova) de la banda. Nos conocimos con Manuel porque gestionamos un evento juntos. Congeniamos, decidimos intentar el sonido de un bajo de verdad, orgánico, en las presentaciones en vivo. Lo mismo con Saúl, él era productor musical, fue a vernos a una de estas presentaciones de cats[in]musique y le propongo ayudarnos en algunas canciones, añadir algo diferente y así se une al proyecto. Desde el inicio, lo hice todo yo solo, experimentado con instrumentos virtuales. A lo largo de estos 6 álbumes publicados, voy hallando el sonido en donde estamos más cómodos y donde tenemos mayor libertad creativa.
C: Esa necesidad de desprenderte de tus proyectos anteriores, transformarte musicalmente, ¿en qué momento fue?
JC: Fue a mediados de la pandemia. Estaba muy desanimado, RAVEN[s] llegaba a su fin. Desde 2015, ya había atravesado periodos donde no hacer música, me afectaba emocionalmente. Sentía una ausencia de expresión artística. RAVEN[s] muere no por voluntad de todos, sino porque algunos viajaron, otros no tenían tiempo, fue inevitable. El primer álbum de cats[in]musique, [re]presentation, fue un intento de alejarme de todos los problemas de pandemia, por esa razón es un álbum muy tranquilo, explora los géneros downtempo, lo fi hip hop, música atmosférica, en parte porque eso necesitaba en ese momento y porque era lo que podía hacer a nivel musical. Recién empezaba a hacer las cosas por cuenta propia.
C: Sientes que el enclaustramiento social, todo ese silencio de la pandemia, ¿ha influenciado en tu proceso creativo?
Sí, definitivamente. Es algo que se mantiene hoy en día. Lo más importante para mí es la melodía, la estructura y la intención del sonido. La música tiene que hablar por sí misma, independiente de si tiene voces o no. Por esa razón sigo lanzando versiones instrumentales de álbumes que tienen voces. Los tres primeros álbumes, yo no canto, por ahí uso algunos samples de voces, películas o programas radiales. Quería expresar cómo me sentía, esos sentimientos de aislamiento, soledad, depresión, periodos donde no podía expresar todo lo que tenía en la cabeza, no tener un trabajo (haberlo perdido).
C: ¿Eres músico de profesión?
Tengo un trabajo aparte de la música, es algo que he ido autogestionando, es más intuitivo. No estudié ninguna carrera de música, todo lo que he podido conseguir ha sido porque he estudiado mucho cómo funcionan los programas multipistas (Cubase, Ableton, Loops) y también consiguiendo instrumentos virtuales, experimentando.
Erick: Eres autodidacta
JC: 100% autodidacta. Yo soy ingeniero industrial, no tiene nada que ver con el arte o con las comunicaciones. Si bien mi carrera te abre puertas a nivel laboral, sí hay una ausencia artística y comunicativa que no llena. La música, componer canciones, cantar, esa es mi vocación.

C: ¿En qué momento tus compañeros empiezan a involucrarse con la música de cats[in]musique?
JC: Cuando cats[in]musique tiene la intención de desarrollar música en vivo, es cuando Manuel y Saúl van incorporándose poco a poco. Nuestra primera presentación fue en 2021, en el Blue Note Festival en Chorrillos. Había cinco o seis bandas más. Allí recién estaba saliendo el álbum monochrome : pilgrimage.
C: ¿Ese festival es de música afín a lo que haces?
JC: No. En todos los festivales donde hemos participado, rara vez encuentro una banda de metal. Particularmente me siento cómodo tocando con bandas que hacen rock, indie, shoegaze, cumbia, no me molesta en absoluto. Eso enriquece más la experiencia para los oyentes, oír un poco de todo. Permite conocer y dejarse influenciar del performance en vivo, qué elementos añaden, de ahí uno obtiene ideas.
C: Hay un sello peruano que sube música de estilo EBM o industrial, se llama Acero Records. Alguna vez he ido a sus eventos, son propuestas sólidas pero adoptan un perfil bajo. ¿Conoces sellos o festivales que se relacionen con la música que haces?
JC: El más cercano a lo que yo hago, es la comunidad BREAKDOWN PERÚ donde tocan deathcore, metalcore. Después puede ser Lima Noise Underground, es una sala de estudio que ofrece su espacio para que se presenten bandas de metal. Participo generalmente en el Lima Calling Fest, sí encontré una banda metal llamada Sueño Animal y unos chicos que hacían hard rock estilo ochentero.
C: ¿Te encuentras más cómodo en plataformas o eventos relacionados al metal, géneros musicales pesados?
Sí, cómodos en el sentido de que podemos comunicar sentimientos en común, de compartir experiencias musicales. Cuando hablas con una banda de metal, puedes tener conversaciones sobre cómo ligar con la fatiga vocal, cómo haces con los backing tracks, qué tan difícil fue encontrar un baterista, qué afinaciones de guitarra, etc.
C: Es curioso porque tu música la identifico más con lo electrónico
JC: Mis influencias vienen del metal, hardcore, de la época de los 2000. Desde que tengo 14 años escucho metal y practico voces. Pero estoy de acuerdo con lo que dices, cats[in]musique es un proyecto de electro-rock o rock industrial, con tintes EBM y algo más, todo se centra en una base electrónica fuerte.
C: Vives en Chorrillos, ¿cómo te has relacionado con tu barrio, te ha influenciado?
Chorrillos solo ha influenciado cuando me dan ataques de tos por el alto grado de humedad (risas). Últimamente hay una iniciativa de los chicos de Tirando Dedo, de hacer presentaciones todos los jueves en este distrito. Cuando hay presentaciones artísticas en Chorrillos, la gente no le da mucha importancia, no como podría ser en Miraflores, Los Olivos, Cercado de Lima, Lince. Pero sí hay una movida musical continuamente activa.
E: ¿No crees que nosotros tres somos de una generación en la que la presencia del espacio virtual es clave para generar comunidades, de repente por ahí la experiencia se fortalezca?
JC: Mi influencia ha sido de afuera. Encontré el rock japonés, el j-core, el harcore techno de Alemania, eso me llevó a una banda de rock gótico (bandas como Tristania, Sirenia) y por alguna razón conocí productores que hace música de cine (Two Steps From Hell, Audiomachine, Trailerhead, etc). Mi recorrido ha sido en zig zag por diferentes géneros musicales.
C: El cómo movilizas tus gustos musicales, se refleja en tu música, hay bastantes elementos de muchos estilos. Decir que pertenece a un género u otro, no abarca la totalidad de la propuesta. ¿Has conocido a bandas similares a cats[in]musique?
JC: Los más cercanos son los chicos de Alther. Tuve la oportunidad de conocerlos. Conversamos casi 2 horas sobre nuestras influencias, tenemos muchas cosas en común, a pesar de que el vocalista asocia más mi música con la propuesta de Crimena Bathory, aunque ellos son más deathcore. Sí, cats[in]musique tiene canciones fuertes, pero también canciones muy tranquilas como “the forgotten world”, “into the blue”, “seven days”, etc. No he conocido otras bandas, quizá por el grado de difusión o marketing. Podrían ser también los chicos de Requiem, ellos hacen metalcore con electrónica.
C: ¿Cómo empiezas a componer?
JC: El proceso de composición puede variar según la intención de cada canción. Puede partir desde el título, eso me da una idea general acerca del tono de la canción. Empiezo trabajando a partir de diferentes secuencias electrónicas que voy articulando con instrumentos que poseo, como piano clásico, sintetizadores industriales, sintetizadores rítmicos que puedes ir variando en su frecuencia, amplitud, si es mono o estéreo, voy experimentando. A partir de eso compongo, si va de acuerdo a las ideas, si las melodías fluyen de forma natural, si no, se descarta.

C: ¿Es un trabajo netamente de software o también hay una guitarra o un bajo?
JC: Es un trabajo de software. Pero recientemente dejo espacios libres, en blanco, para que posteriormente Manuel o Saúl puedan añadir sus instrumentos. Ese ha sido el caso de “the white wolf”, “DIABOLOS”, “sleep twitch” (que saldrá pronto). Les dejo total libertad. Nos reímos en el proceso, hacemos prueba y error. En producción puedo añadir más distorsión, paneo a la izquierda o derecha, o un auto panning automática, algún efecto de trémolo. Este proceso puede tomar semanas o meses.
C: ¿En qué momento sientes que está listo para publicarse?
JC: Uf. Es una buena pregunta. Lo primero que queda listo, es la versión instrumental. Las voces es lo último que va. Cuando está la melodía, en base al título decido qué contar. ¿Cuántas versiones de esa canción se han hecho para llegar a donde está? Pueden ser 7, 8, 9 veces; está el pre-demo, la versión masterizada, la que se le hacen variaciones en volumen. Queda cuando pasa prueba de calidad, que implica escuchar la canción y cerrar los ojos, para identificar el nivel de volumen, si hace clipping, si la sección está completa o necesita algo más (esto sería terror al vacío jajaja, hay mucho terror al vacío en las canciones). No quiero sobresaturar, pero sí que todo esté completo. Cuando pasa esta prueba, añado las voces.
E: ¿Los álbumes los trabajas de manera orgánica o son canciones separadas con las que luego formas una idea conceptual?
JC: monochrome : pilgrimage es el mejor de una idea bien armada de inicio a fin. La diferencia de este con los otros álbumes, es que estos son pequeñas historias aisladas, algunas conexas y otras no, mientras que monochrome : pilgrimage es una historia de inicio a fin; tengo experiencia escribiendo historias y publicando ficción por otros proyectos. Quise experimentar eso con este disco, contar una historia posapocalíptica, donde cada canción es un punto de vista de diferente personaje, ninguno tiene nombre. Hay un concepto íntegro en todo el álbum, y hay otros en los que prefiero trabajarlo individualmente, que lo distinga de un álbum con otro.
C: Veo un potencial cinematográfico en tus canciones, tu música tiene muchas imágenes referidas a la caída de la civilización, la distopía. ¿Ves a tu proyecto como el soundtrack de películas?
JC: Sí, tuve una propuesta para componer música para un videojuego. Por la pandemia, no se concretó. Toda la música que produzco, no la hago para que salga en el soundtrack de una película, lo pienso más como para que tenga un lenguaje propia que permita evocar imágenes en la mente de los oyentes, evocar emociones de anhelo, esperanza, desamor, alivio. La imagen que cada uno arma en su cabeza, influye en la forma como sientes la canción. Así proceso las canciones de otras bandas, eso lo traslado a mis canciones, quiero que sean lo más visual posible.
C: ¿Cómo trabajas con tus compañeros? ¿Se reúnen en salas de ensayo o de manera virtual?
JC: Ha funcionado de ambas formas. El proyecto empezó a adquirir su sonido cuando salimos del aislamiento social, muchas cosas se fueron coordinando de manera virtual, presentaba la maqueta de la canción. Saúl y Manuel vienen a mi casa donde tengo mi estudio de producción, cerramos todas las puertas, conectamos los instrumentos, escuchamos las canciones, colocamos los audífonos y comenzamos a grabar. Es un momento muy bonito, se crea ese espacio íntimo donde solo se crea la canción y el artista, verlos trabajar algo que les nace y que en la canción cobra vida, es un proceso que lo prefiere mil veces más que lo virtual.
C: En la experiencia que tenemos entrevistando para Espacio Sonido, los artistas se desprenden de su trabajo, lo hicieron de una forma y ya está a merced de la gente, y están satisfechos con eso, lo cual me parece genial. En cambio, a ti te veo mucho más pegado al detalle, ves a tu música como si fueras tu propio fan. Mencionaste incluso que cuando no creas te sientes mal. ¿Cuándo te diste cuenta de esto?
JC: ¿Cómo me siento cuando hago o no hago música? Es algo que vas logrando a medida que pasan los años. Entender tus emociones y cómo se refleja en tu arte. Cuando trabajo las canciones, de inicio a fin, hay muchos puntos de vista, yo componiendo con el teclado MIDI junto a los chicos, yo como oyente de juzgar y ver la calidad, yo como performance para ver cómo lo trasladamos a un escenario. Amo lo que hago. Me alivia muchas cosas emocionalmente. Admito que cuando empecé a componer la canción “born of carbon”, la que apertura el álbum dystopian : prophecies, utilicé melodías de bandas orquestales (cello, violines), sintetizadores de voces, empecé a llorar durante este proceso, dije “qué hermosa melodía”, quise transmitir lo que sentía. Hay un involucramiento emocional muy fuerte en cada canción.
C: ¿Estás convencido de que esta civilización va a caer?
JC: No tengo una política personal pesimista, pero expreso críticas duras a muchos componentes de la civilización. Creo que es inevitable en un país como Perú donde cada semana hay una nueva crisis sociopolítica. Esto lo llegué a saber a través de compositores japoneses, como Kenji Kawai o Akira Yamaoka: el entorno sociopolítico del país influye, quieras o no, en el artista. Perú es un país rico en inspiración, eso se ve reflejado en la crítica, la forma de interactuar unos con otros. Esto se ve en las canciones, “death is in the air” o “poetry for vampires” donde hay una exploración del aspecto político y emocional, como individuo y grupo. Siempre intento dejar un atisbo de que no estamos bien, pero hay la posibilidad de crear algo nuevo a partir de las cenizas.
E: Como si siempre pudiéramos resurgir
JC: Exacto. Ya conozco ese lado pesimista por bandas de estilo depressive suicide black metal, donde todo es desesperanza, agonía, odio a la humanidad. He explorado muchos géneros, los más extremos, y si bien hay muchas cosas que tomo de ahí, no me gusta la sensación que dejan. Recientemente encontré uno de los artistas más extremos, Gnaw Their Tongues, hace una mezcla de industrial con música terrorífica. También indagué que tiene un proyecto donde hace música más ligera. Es interesante tener ambos campos de exploración, lo malo y lo bueno.

E: El arte es un aspecto del artista, pero no es exactamente él. Digamos que hay un punto de intersección entre lo que él hace y lo que él es, puede identificarse, como también no
JC: Eso he ido comprendiendo en las presentaciones. Las personas que nos han visto en vivo, dicen que nuestras presentaciones son como obras de teatro. El sonido que hacemos en vivo no es lo mismo que publicamos en plataformas de música, ya sea por la máscara, vestimenta, por una mezcla diferente de sonido. Todas esas emociones fuertes tienes que trasladarlas en vivo, es un desgaste físico y emocional. Imagínate un concierto donde solo toco las canciones más fuertes, me dejaría muy mal, por eso hago un balance en la discografía para que en vivo también lo haya.
C: Has publicado la parte instrumental y la parte cantada de tus álbumes. ¿Cuál es tu intención?
JC: Eso vino de las escuchas con bandas japonesas. Siempre veía que cuando sacan singles, son diferentes a las versiones de álbumes; tal vez sea un tema comercial, pero los singles siempre tienen algo extra que no encuentras en los álbumes. Eso influyó en mí a la hora de lanzar singles, quería que no solo salga la canción sino un extra que te haga revisitar el single. De ahí nace la idea de incluir las versiones instrumentales. También, del feedback que he visto de otras bandas (Deftones o Arquitect), cuando ellos publican algo instrumental, la gente los aplaude porque hay una demanda por música instrumental aun sin las voces son muy buenas. La gente quiere eso porque puede apreciar el brillo de cada instrumento o la habilidad del ingeniero de sonido, del mezclador, etc.
C: Imagino que quisieras tener conciertos constantes, con un pago de por medio, ¿cómo ves a la industria musical?
JC: Hay mucho por trabajar. Si hablamos de industria a nivel artístico, no hay industria en Perú. Tiene un lado bueno y uno malo. Bueno porque permite que el artista se autogestione y aprenda muchas herramientas, no solo de composición sino a nivel de marketing, community management, cómo vendes una idea. Malo porque no todas las bandas van a tener el aguante de hacer eso. cats[in]musique tiene 3 años, he visto proyectos que han muerto al año o a los meses porque se decepcionan rápidamente de que tienen que pagar para tocar, vender para tocar, la gente no va a los conciertos, no te presta atención porque está comiendo o tomando algo mientras tú cantas, hay muchos aspectos que desaniman. Es parte del proceso.
C: O será tal vez que, para el estilo musical que haces, no es sencillo escuchar. ¿Será que hay que ver otra forma de presentar a la música en vivo? ¿Cómo involucrar más a la gente con este tipo de música?
JC: Hay dos factores: la música necesita su propio espacio y necesita un espacio en el cual la gente, por encima de todo, debe estar concentrada en ella. No critico a los restobares, sé que permite presentarse a las bandas, pero cuando estás comiendo o viendo algo, la música pasa a ser algo de fondo. Cuando vas a una peña, ves una banda tocar en vivo, quizá acompaña más. En cambio, en festivales donde cada banda tiene su propia propuesta, es diferente comiendo una hamburguesa con una banda de metal a comer una hamburguesa con una banda de cumbia. Es es el espacio y cómo interactúas como oyente. El otro factor es la performance. Hay artistas, quizá porque son muy jóvenes, se desprenden mucho de su propia música. Hay artistas que, mientras la banda está tocando, el artista se pone a revisar su celular, lo he visto (yo no haría eso) o se sientan a esperar que terminen de tocar. Manifiestan cosas que rompen la inmersión, de repente se olvidan la letra o están medio ebrios…
E: O en otras sustancias
JC: Ajá, es gracioso. Entiendo que puede ser parte de un estilo. Conozco bandas que tienen un estilo muy despreocupado en hacer música, pero incluso en ese sentido hay un nivel de profesionalismo. Por ejemplo, Mac Demarco. El tipo es un capo, es todo un personaje en vivo, yo no le veo haciendo ese tipo de cosas que denota inexperiencia. Sabe cómo manejarse en vivo, de inicio a fin. O también Boy Pablo, también se maneja profesionalmente.
C: ¿Qué bandas locales te gustan?
Nunca voy a olvidar cuando escuché a Serial Asesino por primera vez en vivo, quizá porque hasta ese momento no escuchaba bandas de metal. Pensé que si esta banda tiene esa capacidad de que la gente haga pogo, se emocione, cante, sí hay posibilidad de hacer lo que hago. Me gusta también Difonía, Por hablar, Alter, Requim, Contracorriente, Campo de Almas. He podido conocer muchas bandas en vivo
C: ¿Algo de electrónica, más allá de metal o rock?
JC: No he ido a un concierto de electrónica. Intento concentrar los esfuerzos de influencias en una sola cosa, porque cuando te abres a demasiadas cosas, puedes no aterrizar bien una idea. Para mí, el rock y el metal son los únicos géneros donde he podido hallar el desfogue emocional que necesito.
E: ¿Otras artes te han inspirado?
JC: El teatro, el cine. Me encanta la música de cine. Tengo una playlist de compositores de películas actuales, de animes.
